¿Por qué se celebra el 28 de junio el Orgullo LGTBIQA+?



Seguro que te suena o has oído alguna vez hablar de Stonewall o de Marsha P. Johnson… Nos parece importante celebrar, luchar y visibilizarnos este 28 de junio, pero también es importante saber de donde viene todo esto.

Durante los años 50 y 60, Estados Unidos vivió una fuerte represión de personas del colectivo. Todo fuera de la norma, estaba castigado, y las redadas policiales eran frecuentes en bares y espacios de la comunidad. De hecho, todo esto estaba respaldado por leyes antihomosexuales y de “decoro público”.

En ciudades como San Francisco ya empezaron a organizarse actos de resistencia de resistencia, como los disturbios en la Cafeteria de Compton’s en 1966 por parte drag queens y trans*

La chispa: disturbios en Stonewall Inn

Pero… en la madrugada del 28 de junio de 1969, varios agentes de policía invadieron el Stonewall Inn (un bar frecuentado por personas LGTBIQA+, especialmente personas trans, racializadas y drag queens), en un operativo típico de redadas contra locales LGBTIQA+. Esa vez, sin embargo, ocurrió algo distinto:

  • Los locales ya estaban hartos y, al resistirse, lanzaron botellas, escombros y se enfrentaron directamente contra la policía, extendiéndose los altercados durante varios días .
  • Entre los rostros más emblemáticos de la rebelión estuvieron Marsha P. Johnson, Sylvia Rivera y Stormé DeLarverie — esta última reconocida por muchos como la primera en responder ante la brutalidad policial.
  • ¿Quién fue Marsha P. Johnson? Drag queen, activista negra y «alcaldesa de Christopher Street», Marsha fue una protagonista clave. Tenía solo 23 años cuando comenzó a liderar la revuelta. Tras Stonewall, cofundó la organización Star (Street Transvestite Action Revolutionaries), dedicada a apoyar a jóvenes trans sin hogar, trabajadoras sexuales y personas vulnerables

Este enfrentamiento fue un antes y un después: por primera vez, la resistencia fue fuerte y organizada, marcando el inicio del movimiento moderno por los derechos LGBTIQA+ . Durante varios días siguieron manifestaciones y enfrentamientos en las calles de Greenwich Village .

Primeras marchas: la protesta se convierte en celebración


Un año después, el 28 de junio de 1970, activistas de ciudades como Nueva York, Chicago, Los Ángeles y San Francisco organizaron las primeras marchas del orgullo para conmemorar los disturbios de Stonewall:

El impulso organizativo surgió también de figuras clave como Craig Rodwell, Fred Sargeant y Brenda Howard — considerada la «madre del orgullo” — que impulsaron la celebración desde el activismo comunitario 

En Nueva York se realizó la “Christopher Street Liberation Day March”: una procesión pacífica por 51 manzanas hasta Central Park, y con marchas simultáneas en otras ciudades 

Estas marchas no fueron meras celebraciones, sino actos políticos que visibilizaron la lucha continua de la comunidad 

De protesta local a celebración mundial:


A lo largo de los años 70 y 80, el “Christopher Street Liberation Day” evolucionó en distintas ciudades hasta convertirse en las tradicionales marchas del Orgullo.

En 1978, el artista Gilbert Baker creó la bandera arcoíris como símbolo de visibilidad y unidad: ocho colores para el “Día de la Libertad Gay” en San Francisco. Cada franja tenía un significado: rosa (sexualidad), rojo (vida), naranja (salud), amarillo (sol), verde (naturaleza), turquesa (magia), azul (paz) y violeta (espíritu). Poco después, Baker retiró el rosa debido a la escasez de tela y el turquesa para tener 6 franjas — versión que se estandarizó globalmente. Desde 2017, se han adoptado versiones más inclusivas añadiendo franjas para el colectivo trans y personas racializadas, reflejando la evolución actual del orgullo .

En 1999 el presidente Bill Clinton proclamó junio como Mes del Orgullo LGBT en EEUU, luego renovado por Obama y Biden, incorporando visibilidad para bisexuales, trans e intersex .

¿Qué simboliza hoy el 28 de junio?

  • La resistencia ante la opresión y la violencia institucional.
  • La visibilidad y autoafirmación de identidades diversas en un acto global de celebración.
  • Un espacio para continuar reivindicaciones pendientes: igualdad legal, derechos trans, protección frente a la discriminación, reconocimiento social… y un largo etcétera.

Lo que comenzó como una noche de resistencia se transformó primero en protestas y luego en un movimiento global con marchas, símbolos y celebraciones. El 28 de junio es la memoria viva de la resistencia y el compromiso continuo por conseguir derechos plenos y celebrar la diversidad.

Porque aún hoy, celebrar el Orgullo es resistir, recordar y reclamar. Y sobre todo, es seguir viviendo con orgullo


Celia Naranjo – Psicóloga Socio – Comunitaria y Sexóloga

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